Agricultura en un clima cambiante

El aumento de la temperatura global ha provocado una disminución de la acumulación de horas-frío, parámetro relevante que determina la fecha de floración de los frutales en primavera, así como la aparición de eventos inesperados lo cual plantea desafíos agronómicos importantes para mantener el potencial productivo del país. Para enfrentar este nuevo escenario se requiere la interacción de varias reas, como genética, agronomía, agricultura de precisión, informática y ordenamiento territorial, que permita una caracterización local del comportamiento de variedades frutales, frente a diferentes condiciones de clima, suelo y patógenos. Esta integración podrá ubicar los diferentes cultivos en el lugar más apropiado para que expresen su potencial productivo, optimizando el uso de recursos. Lo anterior se debe complementar con información instantánea y de calidad, que soporte la toma de decisiones, incorporando tecnologías de la información y automatización de labores, que pueden ser un atractivo para que las nuevas generaciones se interesen en la vida de campo y mantengan la producción de alimentos. En Chile existen diversas iniciativas colaborativas enfocadas en ello, lo que reafirma el compromiso como país en vías de una agricultura más sustentable y adaptada a su entorno. Promover el desarrollo armónico entre el sector productivo y las comunidades, debe ser un sello fundamental en la nueva agricultura, donde el componente climático nos obliga a ser más ingeniosos y eficientes.

Columna de opinión del Director de CEAF Dr. Mauricio Ortiz, publicada en Las Últimas Noticias el 13 de febrero de 2019.

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