CEAF implementa diagnóstico temprano de la bacteria que causa la “Agalla del cuello”

Frutales como almendros, ciruelos, damascos y cerezos son árboles muy sensibles a la enfermedad de plantas llamada “Agalla del cuello”, la que es causada por una bacteria conocida como Rhizobium radiobacter (anteriormente como Agrobacterium tumefasciens). Esta se manifiesta por la formación de “tumores o agallas” generalmente en los tallos a la altura del suelo, generando pérdidas económicas importantes.

Buscando una solución a esta enfermedad, es que el Programa de Mejoramiento Genético (PMG) de portainjertos del Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura (CEAF) trabaja para desarrollar nuevos portainjertos de frutales de carozo y cerezo (especies del género Prunus) con resistencia a “agalla del cuello”.

Así, el grupo de investigación en Genómica de CEAF, en conjunto con la línea de Fitopatología, ha implementado metodologías basadas en técnicas microbiológicas y moleculares para el aislamiento y la detección de R. radiobacter en muestras de diferentes partes de plantas (raíces, tallos y otros.

“El diagnóstico consta del aislamiento de cepas de R. radiobacter en medios de cultivo semi-selectivo y diferenciales, a partir de muestras de diferentes partes de plantas (raíces, tallos u otros). Luego se procede a la identificación molecular por medio de la amplificación específica de genes de R. radiobacter por PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa), para diferenciarla de otras especies bacterianas emparentadas. También por PCR determinamos si las cepas aisladas portan determinantes genéticos de patogenicidad (plásmido Ti) y si esto se relaciona con la capacidad de generar “agallas” en bioensayos y pruebas de patogenicidad. Esta metodología también puede ser empleada para determinar la presencia del patógeno en muestras de agua y suelo”, explica Rubén Almada, investigador líder del área de Genómica de CEAF.

“La detección precoz y precisa de R. radiobacter es importante para el manejo de la enfermedad ya que previene la comercialización de plantas infectadas con esta bacteria por los viveros, colabora en el establecimiento de huertos en suelos limpios y con plantas de sanidad certificada, garantiza la inocuidad de material utilizado para la realización de injertos, y ayuda a conservar la sanidad de los suelos y agua de riego en viveros y huertos frutales”, concluyó Almada.

Rhizobium radiobacter

Imagen: Placa petri con colonias de la bacteria creciendo en un medio selectivo.

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