Comienza la temporada de polinización en CEAF

La polinización es crucial para que, en los ecosistemas terrestres -tanto aquellos que son naturales como los que son gestionados por el hombre- las plantas produzcan cualquier tipo de semilla o fruta; permite que se mantenga la vida en la tierra; vincula, de manera directa, los ecosistemas silvestres y los sistemas de producción agrícola. Este mutualismo -una asociación de dos o más organismos de diferentes especies que resulta en un beneficio para ambos- es garante de la existencia de muchos de los procesos y especies relacionados dentro de un ecosistema.

El Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura lleva realizando procesos de polinización desde el año 2011 como parte del programa de Mejoramiento Genético para obtener nuevos portainjertos, combinando el trabajo de laboratorio y de campo. En el laboratorio utiliza herramientas de cultivo in vitro y de biología molecular y en el campo se crean los nuevos materiales, mediante cruzamientos dirigidos.

“En CEAF llevamos 9 años haciendo cruzamientos y por medio del aprendizaje y conocimiento de las distintas especies es que hemos ido optimizando el éxito de los cruzamientos y generando nuevos híbridos que son muy difíciles de obtener. Es a partir del año 2015 en adelante que surgen las líneas más interesantes que actualmente estamos evaluando”, comenta el Doctor en Ciencias Silvoagropecuarias y Veterinarias Ismael Opazo, investigador de la Línea de Mejoramiento Genético de CEAF.

Gracias a un trabajo de colaboración entre el Centro y la empresa española Agromillora; líder mundial en el sector de viveros y pionero en la producción y comercialización de frutales leñosos (carozos, olivos, cítricos, nueces, entre otros); están importando el polen desde Europa a nuestro país, el que se encuentra previamente regulado y reconocido por el Servicio Agrícola Ganadero – SAG.

El polen, que es seleccionado en España por un especialista, contiene genotipos interesantes cultivados en ese país y que son originarios de distintas zonas de Europa y Asia. “Como Chile no es centro de origen de estas especies vegetales, tenemos poca diversidad local para generar cruzamientos y parte clave de este proceso es contar con diversidad genética para poder generar plantas distintas a las que hay actualmente. Por lo tanto, este convenio con Agromillora es de gran ayuda para incorporar genética nueva”, explica Opazo.

El polen importado se utiliza para implementar polinizaciones dirigidas con los diferentes portainjertos que forman parte del banco de germoplasma de CEAF, buscando generar nuevos híbridos que concentren en su genética la mayor cantidad de caracteres agronómicos deseables. Se busca generar nuevos portainjertos para todos los frutales del género Prunus, esto es cerezo, duraznero, nectarín, almendro, ciruelo y damasco.

Esteban Valenzuela, Técnico de la Línea de Mejoramiento Genético del Centro señala que: “Éste es un polen que ha sido seleccionado para realizar un cruzamiento específico en nuestro programa de portainjertos, con el objetivo de alcanzar las variedades que mejor se adapten al cambio climático y específicos para nuestra región y país”. Los nuevos pólenes se utilizarán todas las temporadas tratando de hacer siempre nuevas combinaciones. Si se ya se obtuvieron híbridos de un cruzamiento, se trata de no repetir el mismo cruzamiento a menos que la genética involucrada sea muy interesante o bien se cuente con muy pocos híbridos de ese cruzamiento. Dentro de los híbridos locales ya se cuenta con diversos híbridos de ciruelo x almendro, ciruelo x guindo y diversas líneas para cerezo. En varios casos se han obtenido portainjertos de bajo vigor y también hijos de algunos ecotipos de zonas áridas que podrían ser interesantes pensando en una agricultura con menor acceso a agua para el riego producto del cambio climático.

Esteban Valenzuela 
Técnico Línea de Mejoramiento Genético
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