Recientemente, la ciudad de Coyhaique fue el punto de encuentro para la discusión de un aspecto de la descentralización de nuestro país y que tiene que ver en cómo generamos conocimiento y desarrollo científico-tecnológico desde las regiones. Desde distintas zonas de Chile, concurrieron los representantes de la Red de Centros Regionales de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) con la finalidad de comunicar al ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI), Dr. Flavio Salazar, el rol que tienen estos centros en el desarrollo científico-tecnológico de las regiones y las distintas realidades que deben enfrentar para aportar a sus territorios. Además, a esta cita asistieron la rectora de la Universidad de Aysén, la Seremi de Ciencias de la Macrozona Austral y las máximas autoridades regionales de Aysén, la Gobernadora Regional Sra. Andrea Macías y el delegado presidencial (s) Sr. Samuel Navarro.
Es fundamental el interés y compromiso de las autoridades políticas de cada región en participar de estas instancias de discusión cuya protagonista es la generación de conocimientos, pero con sentido territorial, el cual únicamente puede ser implementado de manera efectiva a partir de lineamientos emanados de política pública. Pero estos lineamientos carecen de sentido cuando son fruto de discusiones centralizadas en una oficina desde la capital. Solo se llenan de legitimidad cuando surgen desde las muy variadas necesidades y aspiraciones de cada región.
Es ampliamente reconocido que Chile presenta, desde el norte al sur y desde cordillera a mar, multitud de realidades cuyo origen está dado por las particularidades propias de cada uno de estos distintos territorios y sus habitantes. Es todo esto lo que construye al Chile que conocemos.
Hace unos días, en su charla magistral “CTCI para un nuevo modelo de desarrollo” (https://www.youtube.com/watch?v=FE1m-FCnVZQ), el ministro Dr. Flavio Salazar apuntó a “fomentar la descentralización de la investigación e innovación enfocada en el desarrollo sostenible, a través del establecimiento de polos científicos regionales y el fortalecimiento de capacidades CTCI en universidades”. Es de esperar que esta declaración impulse a los Centros Regionales que ya existen y permita la creación de nuevos centros en las regiones donde son inexistentes, involucrando a cada Gobierno Regional para que ayuden a dar contexto y, por cierto, apoyo a la generación de ciencia y conocimientos desde sus territorios.
Habitualmente, se ha informado que Chile invierte la escuálida cifra del 0,34% del PIB en Ciencias. El promedio OCDE es de 2,48%. Es decir, nuestro país no alcanza a invertir el 14% de los recursos que el promedio de las inversiones de los países miembros de este grupo. En muchos sentidos, distamos de países desarrollados y comparaciones como ésta pueden parecer desenfocadas, sin embargo, los desarrollos logrados por esas naciones han nacido en gran medida desde su capacidad de generar conocimiento, ciencia y tecnología, invirtiendo lo necesario para tal fin. Como país, históricamente hemos puesto nuestro destino en la explotación de recursos naturales, muchos de ellos no renovables. Al contrario de estos recursos, el talento e inventiva humana desafía constantemente sus límites incluso pareciendo infinita. Apostar a esos recursos ilimitados para sustentar nuestro destino, con un enfoque de pertinencia territorial y sostenibilidad pareciera ser el camino que tenemos que seguir para empujar definitivamente el desarrollo humano de nuestro país.
Dra. Paula Pimentel
Coordinadora Línea Fisiología del Estrés
Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura (CEAF)
Región de O’Higgins